Voy a discutir en este artículo algunas cosas que leí en el Blog de Ariel Perelmann (ex Ariel Zúñiga) sobre Rolando Araneda (el verdadero Rolando Araneda) y de paso corregiré y precisaré algunas cosas sobre el origen de las comunidades bosquianas en Chile.
Rolando era un psicólogo gestaltista y eneagramista que en los años ochenta trabajó activamente como terapeuta en la zona sur de Santiago. Allí formó un grupo esotérico al que llamó KOSMOS y al que pertenecieron, entre otros, Garbho de Ljvdwerd (ex Amaury de Bène) y Martín Ríos (ex Carlos Carmona). Es falso que a ese grupo haya pertenecido Ariel Perelmann, pues éste conoció muy tardíamente a Araneda, casi en las postrimerías de la existencia del grupo KOSMOS.
El grupo KOSMOS era sociedad secreta formada por Rolando Araneda y doce discípulos. Se reunían todos los domingos en las dependencias de un colegio ubicado en calle Lautaro, a la altura del paradero 40 de Santa Rosa. Practicaban ludoterapia, ergoterapia (y muchas otras formas de terapia posible). Rolando era un maestro en todo el sentido de la palabra. Enseñaba con el ejemplo el valor del trabajo comunitario, el sentido de comunidad y el respeto por la jerarquía. Les hacía la comida a sus discípulos e incluso se las servía. Pero no era muy entendido en cábala órfica y esas cosas. Y si sabía de ello su saber se veía opacado por su hacer, pues Rolando era un activista... un maestro de la práctica.
En 1989 se presentó a su grupo el maestro Baldur Agripa (Carlos Nejas). Cabe decir que Rolando trabajaba paralelamente en dos grupos: uno exotérico y amplio al que pertenecían más de 60 jóvenes de la zona sur de Santiago; y otro círculo más reducido, más pequeño, llamado KOSMOS, al que pertenecían los favoritos de Rolando, sus discípulos directos, su grupo selecto. Nicole San Martín y Ariel Perelmann llegaron, en calidad de practicantes, al primer grupo, al de los más de sesenta muchachos. Y a ese grupo también llegó Baldur Agripa. Allí fue donde Perelmann conoció a Agripa y allí fue también donde trabó amistad con Garbho de Ljvdwerd, Martín Ríos y otros insignes de la Orden original. Baldur Agripa se presentó un día martes del invierno de 1989 en una sesión de terapia del grupo amplio de Rolando Araneda. Su presencia no pasó desapercibida pues entonces Agripa tenía 62 años (y Rolando cerca de cincuenta). Quienes recuerdan esa sesión coinciden en afirmar que cuando Rolando hizo presentarse a Agripa éste le dijo: "Yo te conozco Rolando... te conozco de otra parte". Rolando puso una mirada de desconcierto, como intentando recordar de dónde. Fue evidente que no se acordaba de Agripa como Agripa se acordaba de él. Entonces, entre sorpresa y desconcierto Rolando balbuceó una respuesta que más pareció una pregunta: "... de la Legua, cierto". "No", respondió Agripa, "del pedagógico". Pues resultó que Rolando, antes de ser psicólogo, había sido profesor de castellano y había estudiado en el pedagógico de la universidad de Chile. Allí, en los años sesenta, había conocido a Agripa.
Quienes conocieron mejor a ambos señalan que Agripa y Rolando, si bien se conocieron en los años sesenta en el pedagógico, no trabaron amistad sino hasta 1974. Fue ese año que, volviendose a encontrar, Agripa enseñó a Rolando la filosofía del camino del bosque. De esas enseñanzas Rolando habría extraído la filosofía que impartía y buscaba practicar con el grupo KOSMOS. De esos días databa su formación esotérica que fundamentaba su práctica psicológica.
Rolando habría pertenecido (no hemos podido certificar esto) a un pequeño grupo de estudio sobre filosofía bosquiana, liderado por Agripa, llamado "El Ojo de Tauro". Allí es donde Agripa habría enseñado a Rolando la filosofía del bosque. El grupo no duró mucho y se disolvió a comienzos de 1975, fecha en que Agripa volvió a España, donde se radicaría hasta enero de 1989.
Hay varias cuestiones curiosas en la historia que vincula a ambos maestros. Una de éstas es que en este primer encuentro de 1989, luego de quince años de separación, Rolando no reconoció a Agripa -no, por lo menos, a primera vista. Es cierto que Agripa, entre los 47 y 62 años, había envejecido notablemente. Pero hay algo mágico y esotérico en el hecho de no haber sido reconocido por Rolando, en ese primer encuentro (tampoco los discípulos del Cristo le reconocieron a éste en el camino de Emaus). Cuando Rolando y Agripa se reencontraron furtivamente en 1989 eso fue muy provechoso para ambos. Rolando modificó, en parte, sus enseñanzas con el grupo KOSMOS, el que a partir de entonces pasó a llamarse ÚTERO. ÚTERO sería el lugar donde germinaría la nueva holzwege, el semillero del que saldrían los elementos más valiosos de las nuevas entidades bosquianas.
Es indudable la influencia que Rolando Araneda ejerció sobre las primeras generaciones bosquianas. Y aunque él ignorara esto por completo, pues se retiró de las pistas mucho antes que todas éstas florecieran, el aporte de sus enseñanzas es evidente en el trabajo práctico de la casi totalidad de los bosquianos de hoy en día. Pero Rolando no era un mago como Agripa y no tenía tanto dominio de lo esotérico como Serrano. Su contribución está más vinvulada a la formación del carácter, a la enseñanza para la vida.
Perelmann lo describe con aura mística en un sentido impropio que nunca correspondió al verdadero Rolando. En un blog de su autoría dice de Rolando: "...fue el mago invisible que estuvo detrás de Baldur Agripa, Gastón Mirar, Sebastián Pino, Anaïs Laprossa y Harold Liessen. Hizo por la causa más que cualquiera, aunque su nombre permaneció siempre ligado al más profundo secretismo, al más extremo y riguroso anonimato. No escribió nada, como fuera el caso de Miguel Serrano. Pero fue un maestro en un sentido todavía más profundo, más certero, que don Miguel Serrano. Pues él fue como esos guías que, o bien, no escriben nada -tal es el caso de Pitágoras, Sócrates o Apolonio- o bien sólo escriben lo necesario, y, cuando mucho, una sola obra -como Mohamed, el profeta, o Ulrich, el Vidente. Cuando le conocí era yo un mozalbete de solo dieciocho años; Rolando ya tenía cuarenta y cinco. Pero nada impidió que nos entendiéramos. De él aprendí la base de lo que yo sería después; con él conocí y experimenté en carne propia las enseñanzas de la via del diamante." Es cierto que Rolando era un místico, pero no en el sentido hermetista o esotérico que cabe a este término. Él dice que estuvo detrás de Agripa en circunstancias que sus labores fueron siempre distintas: Agripa fue un maestro de Cábala Órfica, Rolando un maestro formador del carácter. Perelmann señala a Sebastian Pino (Eun de la Stela) como discípulo de Rolando y lo cierto es que apenas se conocieron. Eun de la Stela nunca formó parte de los grupos de Rolando Araneda, y sólo se trataron un par de veces en determinadas reuniones sociales (el que hayan intercambiado palabras lo deducimos del hecho que entre 1990 y 1993 ambos debieron frecuentar los mismos círculos de amigos).
También es falso que Perelmann formara parte de KOSMOS. Él dice en su blog: "En 1986 Rolando fundó Kosmos. En ese grupo fue donde conocí a Garbho de Ljvdwerd, Helena Jiménez, Eduardo Castro, Joachim van Drakk (Carlos Carmona, conocido hoy como Martín Ríos), Angélica Cortés, Darío Vásquez, Jorge Irarrázabal e Italo Goldmund, por nombrar sólo algunos, a quienes terminaron siendo iniciados por Rolando en Kosmos. Fue una época preciosa. Llena de magia y encanto. Fue entonces cuando supe el significado definitivo de tener un maestro verdadero. Nos reuníamos todos los días de la semana. En la mejor época llegamos a ser más de sesenta sólo en las sesiones de los días martes. Pero los iniciados éramos sólo doce. Y el nombre de Kosmos era aplicable únicamente a nosotros, los iniciados". Primero que todo KOSMOS no fue formado el 86 sino el 88. En segundo lugar, no había mujeres en ese grupo y él nombra a Helena Jiménez y a Angélica Cortez como miembros de la cofradía (Angélica Cortez, de hecho, ni siquiera formó parte del grupo amplio de Rolando). Tercero: Jorge Irarrázabal tampoco fue miembro de KOSMOS y ni siquiera fue iniciado en UTERO. Lisa y llanamente Rolando nunca consideró que tuviera el carácter suficiente como para integrar esos grupos.
UTERO se disolvió en 1993. Algunos pocos miembros de la orden continuaron fieles a Rolando hasta 1994 o 1995, años en que Rolando decide retirarse definitivamente de estas pistas. Nadie nunca más volvió a saber del insigne maestro. Lo último que Garbho me contó de él es que estaba aprendiendo alemán. Pero eso fue hace mucho. Y luego nada. Es probable que aun viva en Chile, en Santiago. Si eso es así sería maravilloso volver a encontrarse con el maestro.